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Supporting People on the Move: Civil Society Reflections & Recommendations on the 9th Summit of the Americas

CARE Nepal

CARE Nepal

This week, as the United States convenes regional leaders from across the hemisphere for the 9th Summit of the Americas, civil society leaders have put forward a call to action to address the drivers and impacts of migration and displacement on the wellbeing of communities across Latin America and the Caribbean. 

The humanitarian context in the region has shifted dramatically since governments last gathered at the 8th Summit four years ago in Peru: Latin America and the Caribbean now has more migrants per capita than any other region in the world and humanitarian needs have tripled in the last three years. In response, civil society organizations in the Americas have been providing essential support and services to people on the move and vulnerable host communities, as they have for decades. Despite this, migration and displacement issues were not included as part of the Summit’s core thematic pillars or formal civil Society working groups, effectively insulating the issue from inclusive consultation and input from civil society.

In reaction to this oversight, on May 25, CARE USA, the Pulte Institute for Global Development at Notre Dame University, and the Central America Research Alliance convened civil society experts from the Caribbean, Central America, and South America to discuss the intersection of humanitarian crisis, migration, and displacement across the Americas, and how policymakers can support a more equitable future for all.

The outcome document summarizes five key themes from the discussion to guide policymakers and stakeholders:

1.       People are on the move for diverse, but fundamental reasons. Simplistic solutions that seek to deter human mobility will not override the reality that people move when their humanitarian needs for protection, shelter, livelihoods, or food are not being met.

2.       Human mobility is not a problem, it is a right. Rather than deterrence, policy approaches should promote “rootedness” through investments into core areas of society like climate adaptation, governance, and gender equality.

3.       Comprehensive strategies must address humanitarian needs holistically. Addressing the root causes of mobility is critical for creating long-term change, but for the millions in the Americas already in need of life-saving assistance, there isn’t time to wait for long term solutions

4.       Civil society is a vital partner, but they can’t work alone. Across the region, civil society is highly developed and often fills the role of the state in supporting migrants, displaced people, returnees, and vulnerable host populations.

5.       Rights-based and compassion-centered approaches are key. Border management strategies and policies related to people’s right to asylum should be approached first and foremost from a human security perspective.

 

And offers four recommendations for how policymakers attending the Summit can take action to support rights-based policy solutions and aid responses:

1. Scale-up humanitarian aid and comprehensive development assistance. People and communities need immediate, flexible assistance to cover their basic needs and sustainable mechanisms to build resilience against future shocks.

2. Lead with local knowledge. Providing flexible funding to local organizations supports the accountability of local power structures and ensures that programs are designed and implemented optimally to suit local realities. 

3. Put existing conventions into action through partnerships. States should work with civil society to design accountability and enforcement mechanisms to implement national, regional, and international legal conventions that have already been adopted in the Americas, like the Cartagena Declaration.

4. Uphold people’s right to move. The U.S. and other states should improve asylum processes and enact border management practices that ensure all people on the move receive equitable, humane treatment, in line with International Law.

Click here to read the full report.

Apoyando a las personas en movimiento: reflexiones y recomendaciones de la sociedad civil sobre la 9.ª Cumbre de las Américas

Esta semana, mientras Estados Unidos convoca a líderes regionales de todo el hemisferio para la 9.ª Cumbre de las Américas, los líderes de la sociedad civil han hecho un llamado a la acción para abordar las causas y los impactos de la migración y el desplazamiento en el bienestar de las comunidades de América Latina y el Caribe. 

El contexto humanitario en la región ha cambiado drásticamente desde que los gobiernos se reunieron por última vez en la 8va cumbre hace cuatro años en Perú: América Latina y el Caribe ahora tienen más migrantes per cápita que cualquier otra región del mundo y las necesidades humanitarias se han triplicado en los últimos tres años. En respuesta, las organizaciones de la sociedad civil en las Américas han brindado apoyo y servicios esenciales a las personas en movimiento y las comunidades de acogida vulnerables, como lo han hecho durante décadas. A pesar de esto, los temas de migración y desplazamiento no se incluyeron como parte de los pilares temáticos centrales de la cumbre o de los grupos de trabajo formales de la sociedad civil, lo que aisló el tema de consultas inclusivas y aportes de la sociedad civil.

En reacción a esta omisión, el 25 de mayo CARE USA, el Instituto Pulte para el Desarrollo Global de la Universidad de Notre Dame y la Alianza de Investigación Académica de Centroamérica convocaron a expertos de la sociedad civil del Caribe, América Central y América del Sur para discutir la intersección de la crisis humanitaria, la migración y el desplazamiento en las Américas, y cómo los formuladores de políticas pueden apoyar para alcanzar un futuro más equitativo para todos.

El documento final resume cinco temas clave de la discusión para guiar a los responsables de la formulación de políticas y a las partes interesadas:

  1. Las personas se desplazan por diversas pero fundamentales razones. Las soluciones simplistas que buscan impedir la movilidad humana no anularán la realidad de que las personas se desplazan cuando no se satisfacen sus necesidades humanitarias de protección, vivienda, medios de subsistencia o alimentos.
  2. La movilidad humana no es un problema, es un derecho. En lugar de la disuasión, los enfoques de políticas deberían promover el “arraigo” a través de inversiones en áreas centrales de la sociedad como la adaptación climática, la gobernanza y la igualdad de género.
  3. Las estrategias integrales deben abordar las necesidades humanitarias de manera holística. Abordar las causas fundamentales de la movilidad es fundamental para crear un cambio a largo plazo, pero para los millones de personas en las Américas que ya necesitan asistencia para sobrevivir, no hay tiempo para esperar soluciones a largo plazo.
  4. La sociedad civil es un aliado vital, pero no puede trabajar de manera aislada. En toda la región, la sociedad civil está muy desarrollada y, a menudo, desempeña el papel del estado en el apoyo a los migrantes, las personas desplazadas, los repatriados y las poblaciones de acogida vulnerables.
  5. Los enfoques basados en derechos y centrados en la compasión son fundamentales. Las estrategias y políticas de gestión de fronteras relacionadas con el derecho de asilo de las personas deben abordarse, ante todo, desde una perspectiva de seguridad humana.

Y ofrece cuatro recomendaciones sobre cómo los formuladores de políticas que asisten a la cumbre pueden tomar medidas para apoyar soluciones de políticas basadas en derechos y respuestas de ayuda:

  1. Ampliar la ayuda humanitaria y la asistencia integral para el desarrollo. Las personas y las comunidades necesitan asistencia inmediata y flexible para cubrir sus necesidades básicas y mecanismos sostenibles para aumentar la resiliencia ante futuros impactos.
  2. Liderar con conocimiento local. Brindar financiamiento flexible a las organizaciones locales que respaldan la rendición de cuentas de las estructuras de poder locales y garantiza que los programas se diseñen e implementen de manera óptima para adaptarse a las realidades locales.
  3. Poner en práctica las convenciones existentes a través de alianzas. Los estados deben trabajar de manera conjunta con la sociedad civil para diseñar mecanismos de rendición de cuentas y cumplimiento para implementar las convenciones legales nacionales, regionales e internacionales que ya han sido adoptadas en las Américas, tales como la Declaración de Cartagena.
  4. Defender el derecho de las personas a desplazarse. Los Estados Unidos y otros estados deben mejorar los procesos de asilo y promulgar prácticas de gestión de fronteras que garanticen que todas las personas en movimiento reciban un trato equitativo y humano, de conformidad con el derecho internacional.

Pulse aquí para ver el informe completo.

 

For More Information:
Rachel Kent
Rachel.Kent@care.org

 

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